lunes, 27 de febrero de 2017

HUBO GIGANTES EN LA TIERRA - ZACARIAS SITCHIN



El libro póstumo de Zecharia Sitchin, contrariamente a lo que alguien desprevenido o nó inmerso en la obra de este importante escritor podría suponer, no trata específicamente sobre la existencia de gigantes en el planeta Tierra en tiempos antiguos ( aunque hace alguna mención a seres con esta condición física en uno de los capítulos del libro ) sinó a la famosa anécdota personal que ya nos ha relatado en varias ocasiones en la cual, siendo él un niño, un profesor en su escuela lo reprendió y castigó
duramente por cuestionar un párrafo de la biblia en el cual notó una traducción inexacta ( precisamente, se consignaba la palabra “gigantes”cuando en realidad la palabra textual del original hebreo – Nefilim – significaba “caídos” ó “venidos abajo”).
En esta obra Sitchin es perfectamente consciente de que será su último libro, y por lo tanto hace un resúmen de todo su pensamiento ( e introduce algunas interesantes novedades ), y titula su obra de esa manera porque representa la increíble conclusión final de las consecuencias de su controversia escolar ( que cambió la dirección de su vida al comprender que era necesario revisar toda la biblia ) y cómo ésta lo llevó a ver que, paradójica y finalmente, sí hubo gigantes en la Tierra.
El autor permanece inalerablemente fiel a su estilo en este último registro, lleno de investigaciones de cadenas de linajes que en muchos casos son repeticiones algo ampliadas de anteriores obras suyas, por lo cual nosotros – que ya lo habíamos leído previamente – encontramos como favoritos el capítulo 8 y luego desde el capítulo 13 hasta el final ( la obra permite fácilmente leer en orden aleatorio cada capítulo ) , donde Sitchin introduce una novedad fundamental: la probabilidad de que se haya desenterrado evidencia irrefutable de la presencia alienígena en el pasado de nuestro planeta ( la reina Nin.Puabi, de quien ya escribimos anteriormente ) y que ésta se encontraría en el Museo Británico de Londres, a la espera de que alguien logre nadar contra la corriente de la abundante flema inglesa y consiga autorización para realizar un análisis de ADN a los restos de esta reina de Sumer, que según Sitchin daría como resultado una composición dos tercios alienígena y un tercio humana
A continuación, les brindamos un resúmen de los temas que Zecharia Sitchin expone o repasa en este libro con algunas observaciones, aclaraciones u opiniones nuestras colocadas siempre entre paréntesis:
En principio, sólo una raza extraterrestre ( los “dioses” ) habitaban la Tierra. Habían llegado aquí en busca de oro para llevar a su planeta, donde era imprescindible ( Nosotros no rechazamos la idea, pero queremos incorporar otra posibilidad: muchos textos antiguos, encontrados en diversas partes del planeta, y la misma palabra “Nephilim” (“caídos”."venidos abajo", aunque también puede interpretarse como "los que descencieron" y en este último caso no cabría la observación ) que fue además la bisagra de la obra del propio Sitchin, indican que podrían haber llegado por accidente, por “una caída”, probablemente una nave espacial estrellada, y que no les fue posible regresar por mucho tiempo y durante ese período enseñaron al hombre su arte y su ciencia
Aceptamos que, dentro de este contexto, luego – y por casualidad – hayan constatado que el planeta era rico en oro y allí volvemos a subirnos todos a la misma nave espacial que Sitchin
Continúa el autor que los hombres aparecen cuando los dioses deciden crearlos mediante manipulación genética ( luego de varios intentos fallidos que originaron seres espantosos con dos cabezas, cuatro alas, patas de cabra, sin órganos genitales, cuerpos de toro, ogros, etc. que sin embargo no eran eliminados y dieron orígen a las antiguas leyendas de duendes, unicornios, elfos, etc. )
para ser utilizados como siervos en trabajos pesados ( aquí cabe otra observación: si una especie crea seres para que hagan los trabajos que les son dificultosos, lo más lógico es que los creen más grandes en tamaño y más fuertes que ellos, con los necesarios recuados de seguridad .
El propio Sitchin y toda la literatura antigua mencionan que los Anunnaki eran de estatura gigantesca y por consiguiente con gran poder físico y que “ a su lado los humanos parecían saltamontes”. Por lo tanto, no nos cierra del todo esta especulación ya que obviamente la creación resultante fue un ser más pequeño y débil que la especie que les dio la vida.
El tamaño puede justificarse si aceptamos a rajatabla el planteo de Sitchin de que el ser humano fue creado para trabajar en minas subterráneas, pero nada justifica su menor fuerza, salvo que consideremos que ése fue su mejor intento y no pudieron lograr algo mejor ( teniendo en cuenta sus anteriores fracasos sería posible ), o que sus mejores recaudos de seguridad hayan sido darle al hombre una vida mucho más corta que la de ellos ( como ocurre en la genial película Blade Runner ) y un poder menor reemplazando calidad por cantidad de ex profeso ( para evitar un ser más poderoso en caso de rebelion ( como también ocurre en Blade Runner )).