Con esta obra Josep
Guijarro pone en evidencia varias cosas: en primer lugar que el fenómeno de los
visitantes de dormitorio se muestra como una variante más de un “síndrome” (que
Guijarro y yo bautizamos como DIANA y que se explica ampliamente dentro de este
mismo volumen) de enormes implicaciones humanas. En segundo término, que el
fenómeno es de origen universal. Por primera vez un investigador de habla
hispana profundiza en un enigma sobre el que prácticamente toda la literatura
es de origen norteamericano (con escasas aportaciones británicas), y
generalmente enfocada hacia la hipótesis extraterrestre como única vía de
explicación. Y, en último lugar –aunque no por ello menos importante-, que el
fenómeno al que nos enfrentamos parece ser terriblemente contagioso, y amenaza
con convertirse en uno de los enigmas más expansivos, influyentes y
desconocidos de nuestro siglo. Un fenómeno, dicho sea de paso, capaz de mutar a
la propia especie humana. Una mutación colectiva que, personalmente, creo que
es el objetivo más plausible que se esconde trras el “experimento a gran
escala” que estas páginas ponen de relieve.
Infiltrados supone, por otra
parte, un nuevo adelante en la investigación del fenómeno OVNI en España.
Guijarro –al igual que otros muchos estudiosos que él menciona en estas
páginas- forma parte de la que ha venido en denominarse “tercera generación” de
investigadores OVNI. Su obra continúa admirablemente con la labor de
divulgación emprendida hace años por Antonio Ribera –el decano de la Ufología
en nuestro país- sobre el vasto campo de las abducciones, y que culminó en 1982
con su clásica obra.
Secuestrados por
Extraterrestres. Pero, además, Josep Guijarro plantea una óptica revolucionaria
que puede leerse entre líneas: el fenómeno OVNI, y especialmente sus
derivaciones abduccionistas, no puede examinarse en todos
su ámbitos sin una sólida
formación en terrenos como la Sociología, la Antropología, la Psicología y
-¿por qué no?- la Parasicología. En suma, se requiere una curiosidad sin
límites de la que el autor da buena prueba a continuación.
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